Episodio 1

Julián es un chico de 17 años, homosexual, un apasionado de la fotografía, que acude obligatoriamente a un psicólogo para que le ayude con algunas problemas con su familia, su promiscuidad, la falta de asistencia a clase y las drogas.
Guillermo, el psicólogo, por más que intenta profundizar en esos asuntos, no lo consigue ya que el chaval no se abre a él  y lo evita sacando otro tema de conversación.
Hay un momento en el que Julián le muestra varias imágenes a Guillermo de las que hizo a lo largo de la semana pasada y equivocadamente muestra una foto de la cual el psicólogo saca una conclusión de que fue al Bar de Pedro y Ramiro, al que se supone que no podía ir porque era allí donde tenía sexo.
Otro problema que se puede observar es el de una enfermedad que se le detecta y le medican con un medicamento que Julián se dedica a vender como si fuese una droga, pero él la denomina vitamina. Tras esto, una vez más Julián cambia de tema y le pregunta al psicólogo si conoce una aplicación que sirve para buscar los locales más cercanos para tener relaciones sexuales.
Otro problema que saca el psicólogo fue la relación con sus padres biológicos. A su padre siempre lo nombra como una buena persona, sin embargo, de su madre dice que es ‘una puta drogadicta’. Él mismo llego a la conclusión de que podría ser misógino por el desprecio a su madre.
Acto seguido vuelve a sacar el móvil con el que puede que esté obsesionado. Esta vez lo cogió para mostrarle una llamada que recibió el día anterior al salir de la escuela de una mujer desconocida diciéndole que lo conoce y que puede que sea su madre biológica; el psicólogo asiente, y él, agresivo, le pide que deje de asentir, que le ponía nervioso. El psicólogo le respondió que asentía porque era su forma de pensar.
Guillermo siguió insistiendo haciéndole preguntas sobre aquella llamada sobre que pensaba el chico y que se le pasaba por su cabeza en ese momento y que hizo cuando lo oyó, el chico respondió que fue al bar otra vez y ahí fue cuando se dio cuenta el psicólogo que Julián busca sexo cuando se frustra. Pero en el fondo lo que busca es la ayuda de sus amigos, no tiene sexo con ellos, sino que cena y busca comprensión y afecto.
Por último le pide que vaya a casa a contárselo a su madre, pero el se niega y se va  a dando un largo paseo acompañado de sus dudas.

Marta Ruiz - 2º BCH

Episodio 2

Guillermo, el terapeuta, se encuentra mirando información sobre la enfermedad de Parkinson, ya que su padre murió de ese mal. Julián entra en el edificio y se queda mirando a un niño, el cual es el hijo de Guillermo y parece ser que le gusta.

Julián acude una vez más al terapeuta, y este le pregunta como va con el tema de su madre biológica y él vuelve a hablar mal de ella. Julián le cuenta que se presentó a las para informarse sobre un curso de verano en New York de fotografía. Guillermo le dice que es interesante, pero él queda inseguro y como Guillermo se da cuenta, empieza a hablar sobre aquellas fotos que hizo. Julián cuenta que se lo contó a Marisa, su madre adoptiva, pero ella no lo apoya, él se frustra y empieza a hablar de forma provocativa con un lenguaje muy poco apropiado. Este siempre se desvía de los temas pero Guillermo intenta hablar sobre un tema concreto. El terapeuta de una forma disimulada le habla sobre el curso de las fotos, pero no le dice de una forma directa que él le ayudaría. Julián solo piensa en que no tiene dinero, este se harta y se levanta para irse pero Guillermo lo relaja preguntándole como le ha ido la semana.

Julián le cuenta que durante toda la semana ha estado sonando el teléfono, el creía que era su madre biológica, pero se equivocaba era Mauricio, un amigo que a su parecer le está acosando, él se pregunta cómo consiguió su teléfono. El terapeuta le dice que si no contesta es porque tiene miedo de que Mauricio haya descubierto todas las mentiras que él le había contado de sus padres. Julián para protegerse coge un trofeo del hijo de Guillermo y  empieza a jugar con él y al mismo tiempo lo ataca diciéndole que parece triste.

Julián habla sobre la atención que sus padres tienen hacia él. El terapeuta para que se de cuenta de que si se preocupan, le cuenta que ellos le están pagando estas consultas. Este queda en shock, ya que él creía que esto era gratis y piensa que se lo deberían de haber contado, a continuación se muestra tranquilo y le pregunta a Guillermo que si él dejara de ir a terapia su madre le pagaría el curso a Estados Unidos, pero este le contesta que se lo pregunte a ella, también  Julián habla sobre que las madres que tienen a sus verdaderos hijos sienten un amor verdadero, pero él dice que no siente nada hacia su madre. Julián empieza un poco a llorar por la relación frustrante con su familia, concluyendo que su vida es un error.

Vuelven a hablar del tema de Mauricio, y Guillermo le dice que debería de hablar con él. Guillermo también le dice que llame a Claudia, su madre biológica, y que le diga lo del curso pero este se niega. Julián empieza a frustrase y a decir que Marisa seguro que lo festejaría si él se fuera. Guillermo le dice que lo que tiene miedo es que si él se fuera, ella quedara indiferente y le diera igual. Julián se levanta para irse, pero antes vuelve a atacar al hijo de Guillermo y le dice que lo más seguro es que sea uno de los suyos, es decir homosexual.

Ángela González - 2º BCH

Episodio 3

Es la tercera sesión de terapia de Julián. Este espera junto a su madre, a quien le tira aviones de papel, a que Guillermo, el terapeuta, los avise para entrar. Cuando abre la puerta el terapeuta se encuentra con Julián, que esconde signos de violencia detrás de unas gafas de sol y con Marisa, su madre adoptiva. Julián rompe el silencio dejando ver que fue Guillermo el que llamo a la madre para que asistiera a la sesión.
El terapeuta quiere hablar con él pero Julián calla, se mantiene sin contestar y Marisa le explica que le pegaron en el colegio. Julián dice no tener ganas de contar lo que le pasó y su madre afirma que un chaval desconocido le pego en una excursión. El chico cambia el tema y comenta que el terapeuta tiene algo que decirle, pero Marisa sigue hablando de la pelea, sin embargo ella no sabe que su hijo conocía al que le agredió. Julián empieza a enfadarse y a levantar la voz. Cuenta que fue Mauricio, un chico del que no paraba de recibir llamadas. Iba de excursión cerca de donde él estaba y decidió llamarlo para quedar. Se citaron en el baño del museo. Allí empezaron a besarse y llegaron a relaciones de las que Julián habla sin ningún tipo de reparo y de forma muy directa. Continua con un tono agresivo, empleando palabras mal sonantes e incluso mentiras. Cuando Julián decidió parar, Mauricio empezó a pegarle. Marisa, incapaz de pronunciar la palabra “gay”, se pregunta qué hubiera pasado si fuera “heterosexual” y lo hubieran visto peleándose. Julián destaca la actitud religiosa de ella. Madre e hijo comienzan una discusión de la que Guillermo queda al margen y se mantiene callado escuchando y observando las actitudes de ambos hasta que Julián alza la voz de forma agresiva.
El terapeuta continua la sesión dejando de lado el tema de Mauricio y le pregunta a Marisa la razón por la que ha ido. Esta explica que había acudido porque, según Julián, se lo había pedido el terapeuta. Aquí descubre una de las mentiras del joven. Guillermo propone a Julián hablar esta semana con sus padres acerca de algunos temas. El chico teme que Roberto, su padre, se entere de su expulsión. Ante la preocupación de los padres de que pierda el año por el castigo, Julián responde que antes de terminar el curso se habrá ido de casa. Quiere irse a casa de Claudia, su madre biológica. Marisa comienza a llorar y sintiéndose dolida, rechazada y temiendo perder a su hijo, abandona la sesión.
Julián cree que su madre no se preocupa por él. El terapeuta cree que el tratamiento que tienen ambos no es el más adecuado. El chaval comenta que fue con ella porque se lo recomendaron en el colegio pero Guillermo sigue pensando que fue con la finalidad de que él le contara la llamada de Claudia.
El terapeuta se pregunta por unas fotos que le enseño hace tiempo. Julián cuenta que fue un trabajo sobre un árbol genealógico en el que incluyó a dos desconocidos que le habían ayudado y a los que les hizo creer que era huérfano. Esto le había sentado mal a la madre. Además, cree que su padre lo abandonó por ser gay y se ve rechazado ya que no lo considera el hijo ideal.  Niega necesitar a su madre en la terapia, explicando que ella es muy creyente y que la homosexualidad está mal vista entre los católicos. Guillermo cree que Julián sufrió una decepción con sus padres por ser “diferente” a ellos y le hace reflexionar sobre sus miedos y sus pensamientos.     Por último, cuenta que Marisa dejó de ir a la iglesia cuando supo que su hijo era gay. Desde entonces, piensa que es porque se siente avergonzada de él. Guillermo quiere hacerle ver que a lo mejor lo hizo por vergüenza a ir a un lugar donde se discrimina a su hijo.
Y terminan la sesión, descubriendo que Marisa estaba esperando detrás de la puerta.

Ana Contreras - 2º BCT

Episodio 4

Este es el cuarto episodio de Julián asistiendo a su terapeuta Guillermo. En este episodio Guillermo, como habitualmente, le hace preguntas sobre como le ha ido la semana, y éste le contesta que esta semana había sido rara. Julián recibió una carta de su madre biológica, Guillermo observa y lo deja seguir hablando, Julián intenta cambiar de tema contándole a su terapeuta que había sacado buena nota en un examen y que Roberto (su padre) le había ayudado a estudiar. Guillermo le pregunta si le había contado a su padre sobre la pelea dice que si pero que Julián extraña a su padre y dice que se siente distante de él porque desde que era pequeño no se comunicaba con Julián.  Guillermo le vuelve a preguntar sobre la carta y que sentía cuando la veía, por una parte Julián sentía odio por su madre biológica,  pero hay otra parte de él que quiere conocerla, por eso es que este le enseña una carta que escribió contestándole  diciendo que no debería haberse comunicado con él porque estaba alterando la relación con su familia, con sus padres, Guillermo escucha y le hace otra pregunta diciéndole si había enseñado esa carta a su padre y le dice que no. Aquí el terapeuta  lo que intenta es sacar sus sentimiento,  y saque todo lo que tiene dentro porque Julián siente ante de irse que todo saldrá bien.

Jesús Trigo - 2º BHS

Episodio 5

Julián se presenta en casa del terapeuta sin cita previa, sobre las 22.30. Su estado emocional era realmente preocupante, cuenta que al salir de la pasada terapia, llamó a Claudia 
(su madre biológica ) y quedaron un día para conocerse. A todo esto Guillermo se mantiene en silencio escuchándolo. El joven cuenta que había llegado temprano a la cita con su madre bióloga, por lo tanto como habían quedado en casa de ella se acercó a observarla, pero sin entrar aún , y para su sorpresa se encontró un jardín lleno de niños jugando, nada más que vio esto Julián fue a pasear hasta que llegara la hora de su cita.

Se siente muy frustrado al ver que probablemente no sea el único hijo de Claudia. Al volver a la casa y llamar al timbre ve que no ya no hay niños ni juguetes en el jardín. Al entrar se sentó en una mesa con Claudia y el marido de ella, transcurrieron conversaciones de las cuales al principio asegura Julián no acordarse. Lo primero que le cuenta a Guillermo es que Claudia le pide que se vaya, pero antes de irse fue al baño para comprobar algo. Vio que el baño estaba adaptado para minusválidos, y ya no tuvo duda de que Claudia tenía más hijos a parte de él.

A continuación Julián empieza a confesarle al terapeuta que cree que Claudia lo llamó para que le ayudara a su hijo minusválido, también le confiesa que antes de entrar en casa de ella se fumó un porro. Cuenta que le pidió a Claudia que le pagara el curso de fotografía que él tanto desea hacer y a cambio le donaría un órgano o lo que le hiciera falta a su hijo minusválido, nada más que Julián dijo eso, Claudia y su pareja le ofrecieron llevarlo a la parada para que se marchara.

Guillermo interviene intentando hacerle reflexionar sobre el porque con todas las personas que quiere, las hace pasar por situaciones de ponerlas a pruebas y después expulsar de su vida para acabar pensando que nadie lo quiere cuando realmente el culpable de esa situación casi siempre es él. Cuando Julián escucha todo esto se va con ira , echándole todas las culpas al terapeuta de haber tenido contacto con su madre biológica. Guillermo baja a buscarlo y se lo encuentra desconsolado sentando en las escaleras de entrada de su casa, le pregunta que porqué fumó antes del encuentro y el muchacho responde que no sabe. Le aconseja que si quiere volver a retomar la relación con su madre biológica debe de cambiar de actitud. Intenta que se de cuenta que realmente quería conocer a su madre no era por el curso de fotografía. Julián no asume esto y se basa en que nadie lo quiere aceptar, ni si quiera el terapeuta. A pesar de todo el terapeuta sigue sentado al lado de Julián. El joven se plantea porque Claudia nunca ha echo su función de madre con él, y Guillermo le explica que ella era joven cuando lo tuvo tenía mas o menos la edad de Julián y que probablemente no estaba capacitada para criar a un hijo, igual que no lo estaría Julián ahora mismo (ejercicio de empatía).

Marisa (madre adoptiva) le escribe por teléfono, pero el joven no sabe si responderle. Al momento el hijo de Guillermo empieza a llamarlo como si de una emergencia se tratara. Su padre sube corriendo a ver qué le pasa a su hijo, y deja a Julián solo abajo. Julián se marcha al ver que el terapeuta ha ido a socorrer a su hijo y el se ha quedado solo. 

Mª Ángeles González - 2º BHS

Episodio 6

Es el cumpleaños de Julián, cumple 18 años. Al principio de la sesión, Guillermo escucha en silencio cómo Julián expresa su ilusión por ser mayor de edad. Guillermo le dice a Julián que la semana pasada tuvo que subir a su casa dejándole solo en la escalera porque su hijo había tenido un accidente en la cocina y que le sorprendió que no esperara a que bajara antes de irse. Este le contesta que fue un error haber ido sin avisar y cambia de tema preguntándole si es un buen analista. Guillermo contesta preguntándole si él pensaba que era un buen analista y que si creía que no funcionaba bien con él. A esto Julián no contesta, y tras una breve pausa le pregunta si hacía feliz a la gente. Este le contesta que no siempre el objetivo es hacer feliz a la gente, que algunas personas van a terapia para resolver sus problemas, para elegir qué camino tomar para resolverlos.
Tras esto ambos se quedan en silencio hasta que Julián le cuenta que pasó todo el fin de semana mirando la lámpara del dormitorio de sus padres. Guillermo le escucha pero no responde. Tras otro breve silencio, le sigue contando que recibió un e-mail de Claudia. Entonces el terapeuta procede a formular una serie de preguntas facilitadoras para profundizar en el tema, lo que conduce a Julián a contarle que en el e-mail su madre biológica le decía que la forma en que contactó con él no fue la adecuada, y que esperaría a que él contactara con ella cuando creyera estar preparado.
El paciente afirma no estar desilusionado, y trata de evadir las preguntas de Guillermo acerca de sus sentimientos, sin admitir lo que siente realmente. No obstante, más tarde sus movimientos y tono de voz muestran su frustración acerca del contenido de dicho mensaje. Julián elabora una de sus fantasías, que nada tienen que ver con la realidad, afirmando que según el correo electrónico, Claudia no quiere tener ninguna relación con él.
Vuelve a haber otra pausa y, tras ésta, el adolescente expresa su idea de que sus problemas le perseguirán hasta que se muera, que su malestar no cambiará debido a que ya se sentía mal antes de que su madre biológica contactara con él, a lo que el analista le responde que no lleva razón, que no siempre se sentirá así.
De repente ambos se callan. Poco después, Julián cuenta una historia acerca de un amigo suyo de la infancia de la cual se intuye que anhela una figura materna parecida a él, alguien que le demostrara que podría ser feliz, como la madre del amigo de la historia.
Cuando el terapeuta le pregunta si él se parece a su madre, no recibe una respuesta clara sobre el tema en cuestión. El joven le responde que antes se miraba mucho al espejo preguntándose si era guapo, lo que muestra que es inseguro tras afirmar que se sentía guapo o feo dependiendo de lo que dicen los demás, no de lo que piense él mismo.
Posteriormente, Guillermo trata de hacer que Julián exprese lo que sintió cuando vio a Claudia, aunque lo único que consigue que este cuente sea su fantasía de que esta le echó de su casa. Ante esto, el terapeuta intenta hacer que el adolescente entienda que su versión de la realidad no es la correcta preguntándole si esta mencionó en el e-mail alguna de las hipótesis que el joven formuló la semana anterior sobre el verdadero motivo por el que su madre biológica contactó con él. Julián se da cuenta de que sus teorías eran erróneas y admite que se equivocó.
El analista llega a la conclusión de que Julián tenía esas hipótesis debido a que quería establecer una conexión con su madre, como una especie de contrato que le asegurara que sería feliz y que hiciera que Claudia le reconociera como parte de su familia. A esto Julián tampoco expresa sus sentimientos, solo contesta que puede ser.
Guillermo propone contestarle el e-mail a Claudia pero Julián no está de acuerdo ya que según él, esta expresó en el mensaje que  no quería saber nada más de él. Tras esto  el terapeuta se percata de la dificultad que el adolescente tiene para percibir la realidad de las cosas.
Guillermo trata de suavizar la situación preguntándole por sus planes de cumpleaños. Julián afirma que Mauricio es la única persona a la que podría invitar para celebrarlo, pero que este le pegó en el ojo, por lo que le odia. El analista trata de hacerle recordar lo que pasó antes de ese incidente intentando hacer ver al paciente una vez más la auténtica realidad de los hechos, aunque sin justificar la agresión de Mauricio.
Se produce un breve silencio que Julián rompe retomando de repente al tema de su madre, y muestra abiertamente sus pensamientos acerca de que Claudia no le quiere debido a que le echó de su casa.  Tras esto, Guillermo le dice que tal vez a ella le asustó ver a Julián molesto, drogado y violento. El terapeuta llega a la conclusión de que Julián había fantaseado toda su vida sobre cómo sería su madre, que la había imaginado como su salvadora, pero que se había dado cuenta de que es una mujer común y que además le decepcionó.
Tras otro silencio más, Guillermo le propone que vaya a celebrar su cumpleaños con sus padres adoptivos, los que le eligieron y quieren, y que hable con ellos sobre cómo se siente, pero el joven ignora la propuesta y cambia de tema preguntándole por su hijo mientras se dispone a asomarse por la ventana.
Poco antes de acabar la terapia, Julián invita a Guillermo a una heladería para celebrar su cumpleaños. Este es el primer caso conocido como transferencia en lo que llevamos de serie. Ante esta situación, el analista debe actuar con normalidad, sin sentirse incómodo, y así lo hace Guillermo, quien rechazando su invitación de forma sutil, le propone que invite a Roberto. Julián responde con frustración que no puede hacerlo y afirma que nadie le entiende.
Finalmente acaba la sesión y Guillermo le dice Julián que le gustaría llamar a sus padres para que fueran a recogerle, a lo que rápidamente este responde alterado que no, que prefiere quedarse ahí un instante más, ya que llevaba toda la semana deseando ir a la terapia.

David León - 2º BCT

Episodio 7

El capitulo comienza en el salón de Guillermo, el terapeuta, con Julián y sus padres. El terapeuta pregunta a los padres cual es el motivo de su visita a lo que ellos contestaron que la noche del cumpleaños de Julián lo esperaban para cenar cuando no llegó y Marisa pensó que se había ido con Claudia y minutos después los llamo la policía para anunciarles que Julián estaba en la cárcel tras meterse en una pelea al quedar con su amigo Mauricio. Y tras recogerlo de comisaria el padre le dio un abrazo mostrando su preocupación hacia Julián y en el coche le expreso a Julián sus sentimientos respecto al tema de su adopción y su dificultad que tuvo en su infancia ya que perdió a sus padres a temprana edad y con Julián sintió que ese vacío se cerró. Y tras tener unos minutos de disputa Julián entra en razón y se disculpa con sus padres lo que es una reacción bastante madura y que choca con el terapeuta al notarse que su afectividad se va estructurando. Y esa honestidad que tuvieron los padres con él empieza a formar en Julián un equilibrio mental que conlleve poder llevar su vida.

Julián se queda con el terapeuta mientras los padres esperan fuera. Le dice al terapeuta que el siempre se ha visto algo malo, lo que se ve claramente un problema de autoestima, pero que se había dado cuenta de todo el sufrimiento que le ha hecho pasar a sus padres, que es un acto de empatía algo que le costaba mucho a Julián, ponerse en el lugar de sus padres con sus conductas.
Un elemento que choca con Julián y la mayoría de los adolescentes es que suelen tener una visión idealizada y de autoridad de los padres y al madurar vemos que ellos son humanos, como nosotros, que son inseguros y que cometen errores y eso nos defrauda.
Julián rompe a llorar y se ve más aliviado al reducir tensión y el sufrimiento y le pregunta a su terapeuta que si algún día sus padres le aceptaran tal como es a lo que le contesta que por esa razón lo habían acompañado hoy a terapia, que es algo difícil de decir y como la terapia nos facilita expresar lo que no somos capaces. Finalmente Julián dice "son mis padres" y llora sin ira.
Se puede ver el gran cambio que ha sufrido Julián y esos racionamientos que da con madurez, como el acto de sentir empatía por sus padres que el jamás lo había visto de esa manera y la manera que tiene de ver sus errores y pedir perdón. Todo esto ha hecho que Julián estructure sus problemas familiares y personales y pueda llevar y solucionar sus problemas a partir de ahora sin ayuda ni terapia.


Mónica Iglesias - 2º BHS