Podemos definir como desesperación la pérdida total de la esperanza o alteración del ánimo causada por cólera, impotencia o enojo. Quien está inmerso en la desesperación vive la vida de una manera angustiosa. La desesperanza es la pérdida de la esperanza y la desesperación el estado de ánimo que esa pérdida nos crea. Si partimos de la idea de esperanza como una confianza que nos da fuerza y seguridad para afrontar el futuro a pesar de las dificultades que esto conlleve, la desesperanza será la negación de esta posibilidad de futuro lo que nos llevará a la desesperación.
La desesperación o desesperanza puede referirse a un estado de ánimo pero también a una actitud ante la vida.

Las personas desesperadas pueden llegar a perder el control de sí mismas e incluso pueden llegar a dañarse.
Ante la desesperación, las personas tienden a mostrarse ansiosas, furiosas y angustiadas. Quienes se sienten desesperadas sienten verdadero dolor, podríamos llamarlo dolor del alma, sufren y no saben cómo afrontar esa situación que tanto dolor les está causando.
La ayuda de otras personas suele ser muy positiva para salir de ese estado de ánimo, sobre todo el apoyo y ayuda de familiares y amigos.

Cuando hablamos de desesperación o desesperanza nos podemos referir a un estado de ánimo pero también a una actitud ante la vida, hay personas que son pesimistas por naturaleza y fácilmente adoptan una actitud derrotista ante las adversidades, esta negatividad frena en el individuo la posibilidad de afrontar los problemas con éxito, y hace que se cree un círculo vicioso, es decir esta actitud provoca el fracaso en esta persona y ese fracaso le hace sentirse cada vez más desesperado.

¿Qué consecencias tiene en la conducta? Por un lado, la sensación de falta de sentido de la vida. La pérdida de capacidad para disfrutar de las pequeñas cosas. El aislamiento también suele ser una consecuencia lógica y es que, cuando alguien no está bien consigo mismo tampoco puede estar bien con los demás. De este modo, se evitan las relaciones de confianza cercanas, el amor y la amistad. Cuando se está mal con uno mismo, el hecho de tener que estar junto a otras personas puede aportar sensación de malestar. La desesperación es una forma de tristeza profunda que causa cansancio, agotamiento, estrés y ansiedad. En un momento de desesperación todo se ve de color negro. Y lo peor es que a veces, este estado emocional puede durar mucho tiempo. Por tanto, hay que tener paciencia y no tomar decisiones importantes en un momento de este tipo. A esta tristeza emocional se suma el cansancio físico, el dolor del alma, la apatía, la ansiedad, la falta de sueño… Lo importante es que la tristeza se puede superar para dar paso a la alegría. Pero por supuesto, no se trata de un proceso de recuperación inmediato.

CONCLUSIÓN: La desesperación puede ser un problema para la persona que lo padece ya que pueden llegar a perder el control sobre sí mismas y dañarse gravemente, pueden encontrarse angustiadas y furiosas casi todo el día. La ayuda de otras personas puede ser muy positiva para su recuperación, hay que evitar que las personas que lo padecen pierdan la falta de sentido sobre sus vidas y se aíslen de los demás ya que pueden entrar en una grave tristeza y pueden llegar a suicidarse.

Manuel B. Martínez - 2º BHS