Vergüenza

La vergüenza es un sentimiento de pérdida de dignidad causado por una humillación o insulto recibidos. Pero también puede ser el sentimiento de incomodidad producido por el miedo a hacer el ridículo ante alguien, o a que alguien lo haga.

También podemos hablar de vergüenza ante un sujeto en la vida diaria, ya sea porque a esa persona no la ves desde hace tiempo, o porque estás comenzando una relación con ella, o porque piensas que tiene mejor cuerpo que tú y te ridiculizas del tuyo propio.

Por ejemplo la vergüenza se activa, cuando una persona teme hablar en público, se genera cierta vergüenza causada por la idea del poder equivocarse o de no cumplir con las expectativas sociales.

Podríamos decir que la vergüenza está relacionada con la timidez, la cual lleva a esa persona a no querer mostrar ante público alguna faceta suya de la personalidad, o de su cuerpo.

Otra manifestación de la vergüenza está asociada a la dignidad o a la autoestima.

La vergüenza se puede reflejar en los gestos físicos de una persona:

hombros caídos, rubor en las mejillas , vista caída, cabeza baja, sensación de calor, etc.

Este sentimiento puede repercutir en nuestra vida diaria, ya que nos podemos ir creando poco a poco nuestra propia angustia porque no somos felices castigándonos de todo aquello que queremos sólo por miedo a hacer el ridículo.

La única medida contra la vergüenza es reconocer que no somos perfectos, tener la valentía de salir a la calle y decir soy así, ¿y qué más da?

En definitiva, la vergüenza no debe de afectarnos en momentos claves como cuando aprendemos algo nuevo por el hecho de recibir posibles críticas o fracasar al intentarlo. Debemos de tener fe en nosotros mismos tanto en los hechos como en que nuestro físico no es perfecto, para así relacionarnos de manera saludable y sin imperfecciones.

Paula Monge - 2º BCT