Enfermedad de Alzheimer

http://www.diario4v.com/salud/2016/9/21/21-09-primavera-olvidar-mundial-alzheimer-11562.html
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El alzheimer es una enfermedad mental progresiva que se caracteriza por una degeneración de las células nerviosas del cerebro y una disminución de la masa cerebral; las manifestaciones básicas son la pérdida de memoria, la desorientación temporal y espacial y el deterioro intelectual y personal.
Existen diez síntomas representativos:
1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana. Una de las señales más comunes del Alzheimer, especialmente en las etapas tempranas, es olvidar información recién aprendida. También se olvidan fechas o eventos importantes; se pide la misma información repetidamente; se depende en sistemas de ayuda para la memoria (tales como notitas o dispositivos electrónicos) o en familiares para hacer las cosas que antes uno se hacía solo.
2. Dificultad para planificar o resolver problemas. Algunas personas experimentan cambios en su habilidad de desarrollar y seguir un plan o trabajar con números. Pueden tener dificultad en seguir una receta conocida o manejar las cuentas mensuales. Pueden tener problemas en concentrarse y les puede costar más tiempo hacer cosas ahora que antes.
3. Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre. A las personas que padecen del Alzheimer muy a menudo se les hace difícil completar tareas cotidianas. A veces pueden tener dificultad en llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.
4. Desorientación de tiempo o lugar. A las personas con el mal de Alzheimer se les olvidan las fechas, estaciones y el paso del tiempo. Pueden tener dificultad en comprender algo si no está en proceso en ese instante. Es posible que se les olvide a veces dónde están y cómo llegaron allí.
5. Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos los se relacionan en el ambiente. Para algunas personas, tener problemas de la vista es una señal del Alzheimer. Pueden tener dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, lo cual puede causar problemas para conducir un vehículo.
6. Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito. Los que padecen del Alzheimer pueden tener problemas en seguir o participar en una conversación. Es posible, también, que paren en medio de conversar sin idea de cómo seguir o que repitan mucho lo que dicen. Puede ser que luchen por encontrar las palabras correctas o el vocabulario apropiado o que llamen cosas por un nombre incorrecto (como llamar un "lápiz" un "palito para escribir").
7. Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para retrazar sus pasos. Una persona con el Alzheimer suele colocar cosas fuera de lugar. Se les puede perder cosas sin poder retrasar sus pasos para poder encontrarlas. A veces, es posible que acusen a los demás de robarles. Esto puede ocurrir más frecuentemente con el tiempo.
8. Disminución o falta del buen juicio. Las personas que padecen del Alzheimer pueden experimentar cambios en el juicio o en tomar decisiones. Por ejemplo, es posible que regalen grandes cantidades de dinero a las personas que venden productos y servicios por teléfono. Puede ser que presten menos atención al aseo personal.
9. Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales. Una persona con la enfermedad de Alzheimer puede empezar a perder la iniciativa para ejercer pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes. Es posible que tengan dificultad en entender los hechos recientes de su equipo favorito o en cómo ejercer su pasatiempo favorito. También pueden evitar tomar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado.
10. Cambios en el humor o la personalidad. El humor y la personalidad de las personas con el Alzheimer pueden cambiar. Pueden llegar a ser confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde están fuera de su ambiente.

Cuanto más envejece la población, más enfermos de Alzheimer habrá. Afecta al 5-7% de las personas de más de 65 años, y a los 95 años supone el 50% de la población. Casi ocho millones de europeos tiene Alzheimer, 700.000, personas en nuestro país.

 

Hay tres fases de esta enfermedad, la cual le va afectando diariamente cada vez más.
1. Fase ligera: Al enfermo le empieza a fallar la memoria, olvidando sus citas, el nombre de las personas, olvida las conversaciones… Le afecta al comportamiento, pierde el control en situaciones normales y se aísla de todo. Aunque el enfermo continúe razonando empieza a tener problemas para encontrar las palabras adecuadas y sus frases son más cortas. En esta fase al enfermo aún no le falla la coordinación, puede conducir, se viste bien… Es capaz de realizar actividades diarias.
2. Fase moderada: La memoria se empieza a alterar progresivamente, el paciente empieza olvidando lo que come, conversaciones recientes… Se vuelve más agresivo con pequeñas cosas, habla menos, su vocabulario se empobrece… Su coordinación empeora, tiene dificultad para abrocharse la  camisa y cada vez le cuesta más enfrentarse a su vida diaria, a vestirse, conducir…
3. Fase severa: El enfermo conserva su memoria emocional pero olvida hechos recientes, a su familia… Aunque se acuerda de que las personas le cuidan. Su humor es imprevisible, llora, grita, no reacciona coherentemente en una situación. El enfermo balbucea constantemente, no recuerda palabras ni es capaz de formular una frase coherente, solo usa correctamente algunas palabras y controla sus gestos, no sabe levantarse, andar o sentarse.

Por el momento no existe ningún tratamiento que revierta el proceso de degeneración que comporta esta enfermedad. Sin embargo, sí se dispone de algunos fármacos que pueden retrasar, en determinadas etapas de la enfermedad, la progresión de la patología.
Se utilizan los anticolinesterásicos o inhibidores de la acetilcolinesterasa, fármacos que elevan los niveles de acetilcolina en el cerebro. Tacrina, donepezilo, galantamina, memantina y rivastigmina son los fármacos indicados en las primeras etapas de la enfermedad. Con estos medicamentos se mejoran las fases iniciales y moderadas de la patología, retrasando el deterioro de la memoria y la atención. En el 20 por ciento de los casos estos medicamentos pueden tener efectos adversos que causan trastornos gastrointestinales como náuseas, vómitos o diarrea. Sin embargo, no tienen ningún tipo de interacción con otros fármacos.
Se debe tratar al paciente acorde a la edad que tenga, y no tratar de ocultarle información. No dar órdenes ni exigencias, tratando de mantener un tono positivo siempre. Hablar claro y explicar las cosas de forma relajada y lo necesariamente extensas que sea posible para que el paciente pueda comprender lo que se le trata de decir o explicar. Tratar de que el paciente tenga su propia independencia y ayudar en la medida de lo posible, sin anular sus acciones.

La conclusión que sacamos de esta enfermedad es que es completamente cierto considerar la enfermedad de Alzheimer “el tipo demencia senil más peligrosa, incurable y difícil de enfrentar en un entorno familiar”, pues tenemos conciencia de que se trata de una enfermedad mortal y que los conocimientos que tenemos sobre ella son aún un poco inciertos, más difícil aún es de enfrentar en un entorno familiar cuando sabemos que perderemos a nuestro ser querido irremediablemente. Sin embargo, debemos ser conscientes que la ayuda familiar unión puede ayudar a sobrellevar de gran manera la enfermedad.
Hoy en día los avances en medicina, tecnología médica y terapias alternativas, otorgan grandes posibilidades de nuevos conocimientos y tratamientos que nos dan una luz sobre alguna cura en un futuro. Ante esto nos queda tener conocimiento de esta enfermedad y no estar al margen de ofrecer ayuda.

 

Irene Catalán - 2º BCT