Trastornos del sueño en la infancia

Extraído de: http://www.psicologo-cordoba.es/psicologia-infanto-juvenil/7-trastornos-del-sueno-en-la-infancia/
Extraído de: http://www.psicologo-cordoba.es/psicologia-infanto-juvenil/7-trastornos-del-sueno-en-la-infancia/

Los trastornos del sueño en la infancia son problemas relacionados con dormir que presentan los niños. Estos incluyen dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido, quedarse dormido en momentos inapropiados, dormir demasiado y conductas anormales durante el sueño.
Afectan a niños y a bebés, hasta la adolescencia.
A lo largo de nuestra vida nos pasamos durmiendo una tercera parte de la misma, sin embargo, en los niños ese tiempo es bastante mayor, especialmente en los bebés. Un recién nacido duerme unas 16 horas diarias, cuando el niño cumple los 4 años va estabilizando su ciclo de día-noche, suprimiendo la siesta, en la adolescencia se duerme unas 8 horas diarias.

La peculiaridad de los trastornos de sueño en niños proviene de que, a diferencia de los adultos, afectan a un sistema nervioso que está en desarrollo. Detectarlos y tratarlos tempranamente puede evitar efectos en la conducta y la actividad cognitiva.
Los síntomas son muy variados y a diferencia de los adultos que se pueden manifestar con somnolencia, en los niños es frecuente la irritabilidad, cambios de carácter, problemas de atención, memoria, bajo rendimiento escolar, la hiperactividad, despertares confusos, cefalea matinal (en el caso de síndrome de apnea del sueño), nicturia o aumento de frecuencia de micción nocturna o enuresis y ansiedad o angustia a la hora de dormir entre otros.

El trastorno de sueño de niños produce alteraciones del humor, cansancio físico y mental, estado general de tensión y ansiedad, la falta de atención, mayor dependencia del cuidador/a, problemas de crecimiento, la mayor probabilidad de obesidad infantil, dolores de cabeza, inseguridad, timidez, peor carácter y baja tolerancia a la frustración. En edades más avanzadas, el fracaso escolar, es otra de las graves consecuencias derivadas de un mal sueño durante la infancia.

Estudios recientes demuestran que los niños que duermen menos horas de las aconsejadas tienen peores calificaciones en la escuela y déficits muy significativos en el aprendizaje y la expresión del lenguaje, cuando se les valora a los seis años .Y afecta a la relación padres- hijo, la relación de toda la familia o sus relaciones sociales y escolares.

Tratamiento: Lo mejor es la prevención. Con buenos hábitos de sueño y la capacidad de los padres de poner límites a los niños es fundamental porque es la que otorga seguridad a los niños y evita el uso de fármacos o tratamientos prolongados.
En el tratamiento se recomiendo lo siguiente:
Si sospechamos que la causa puede ser médica, hay que acudir al especialista con el niño, para resolver el problema.
Si sospechamos que la causa puede estar en hábitos de sueño mal aprendidos o problemas conductuales, podemos intentar poner en marcha el siguiente plan, acudiendo al psicólogo o al médico especializado en estos problemas si pasada una semana no conseguimos resultados.
La base del tratamiento es tan sencilla cómo hacer que el niño aprenda a realizar la transición entre la vigilia y el sueño sin la participación de sus padres. Todo el tratamiento se debe de realizar en menos de una semana y, si sigue fielmente las instrucciones, las posibilidades de éxito son elevadas.
El niño debe de aprender a dormirse solo, bajo unas condiciones que se puedan reproducir cuando se despierte a media noche.
En algunos casos se producirá un empeoramiento durante los primeros dos o tres días, por lo que es aconsejable iniciar el plan de tratamiento durante el fin de semana, de manera que si los padres no duermen las primeras noches puedan hacerlo al día siguiente

 

Podemos extraer las iguientes conclusiones: El sueño juega un papel fundamental en muchas esferas importantes del desarrollo infantil de manera que el conocimiento del hábito de sueño proporciona al profesional una de las puertas de entrada al desarrollo infantil. Los problemas de sueño en la infancia y la adolescencia son motivos de consulta cada vez más frecuentes en Atención Primaria (AP) y un buen número de las demandas debidas a estos cuadros clínicos se resuelven o podrían resolverse en este nivel de atención, por lo que los profesionales de este nivel asistencial juegan un papel clave en la detección y manejo de estos trastornos.
Los problemas del sueño en los niños, a diferencia de lo que ocurre generalmente en la edad adulta, pueden tener implicaciones negativas tanto en el desarrollo infantil (conducta, rendimiento escolar, crecimiento) como en la calidad de vida de sus familiares; incluso la preferencia por un determinado horario de sueño del niño (el llamado “cronotipo”) exige que algunos niños necesiten acostarse y levantarse pronto mientras otros lo necesitan hacer tarde.

Kawtar Lazrak - 2º BCT